Un viejo hostal, una casona familiar y un cementerio son los escenarios de estos tres cuentos en los que la muerte siempre está presente. Fantasmas que buscan el amor eterno y la paz de su espíritu y hombres atormentados por sus malas acciones, son los protagonistas de estos relatos que dejan en el lector una cierta inquietud en el cuerpo y en la mente.